
Repudian al Ministerio de Seguridad por la publicidad sobre el uso de un arma: Cuestiones de camisetas y las pistolas Taser
Un hincha vestido con los colores de su club puede ser un estereotipo violento. En la ficción, uno de Vélez roba en un tren, y otro de Boca, una 4x4.
Al estereotipo del sujeto violento resulta que ahora le ponen una camiseta de fútbol. Se percibe en la realidad, pero además en la ficción. Como si estar vestido así fuera una condición natural para reforzar la violencia del personaje. Pasó con el actor Peter Lanzani en la película 4x4. Es el ladrón de una camioneta de la que no puede salir una vez que entra en ella. Luce la de Boca, no la tradicional y sí la rosa que acumuló polémicas. En la semana que se fue, Vélez, el rival del equipo de Gustavo Alfaro esta noche, repudió un video del Ministerio de Seguridad de la Nación donde se observa a un arrebatador que en un tren tiene puesta la remera del Instituto de Enseñanza del club de Liniers. El breve audiovisual perpetrado por colaboradores de la ministra Patricia Bullrich se realizó para promocionar cómo se usan las cuestionadas pistolas eléctricas Taser. El gobierno de Cambiemos dice que no matan. El Comité contra la Tortura de la ONU dijo que sí y puso como ejemplos las muertes de dos jóvenes en Estados Unidos a manos de la policía.
La construcción de sentido que se hizo con el video-guía del arma provocó que Vélez emitiera un duro comunicado oficial. “Ante la divulgación de tan desafortunado material, queremos expresar nuestro absoluto repudio a la acción comunicacional desarrollada por el Ministerio de Seguridad, que afecta la imagen de nuestro Club y estigmatiza a nuestra Institución educativa y a las personas que forman parte de ella.” La institución que preside Sergio Rapisarda también informó que “dimos intervención al Departamento de Legales para que arbitre las medidas administrativas o judiciales correspondientes para resguardar los legítimos intereses de nuestra Institución y de todos los miembros de la comunidad educativa”.
El caso de Vélez es más grave que el de la película dirigida por Mariano Cohn. La ficción del aviso que promociona las Taser fue realizada por un ministerio del gobierno de Mauricio Macri. Es evidente que sus autores ni siquiera consideraron que la chomba del Instituto Doctor Dalmacio Vélez Sarsfield es una parte del uniforme de sus alumnos. Identifica con claridad al club, pero no es la camiseta de fútbol tradicional. En el corto se ve cómo un policía de la Federal apunta contra el ladrón de ficción, le da la voz de alto y después le dispara la descarga eléctrica que lo deja tendido en el suelo. Caído, al joven que lleva otro símbolo de los pibes chorros – una gorrita con visera– se le observa claramente el escudito con la ve azulada. Esta desmayado en el piso.
Para el club, la forma en la cual el Ministerio de Seguridad de Bullrich decidió promocionar el uso de esta nueva tecnología “fue recreando una situación delictiva, en la cual el autor del hecho utilizaba una indumentaria claramente reconocible del Instituto Dr. Dalmacio Vélez Sarsfield”. Este colegio fue fundado en 1992. Es uno de los pioneros entre los que se abrieron en clubes afiliados a la AFA. Lo que desconcierta de toda la situación es que el mismo día en que Vélez cuestionaba el spot de las Taser que hizo el Ministerio, el Inadi se presentó en el tercer piso del club para capacitar a periodistas partidarios en la erradicación del racismo, la discriminación y la xenofobia. Estuvieron el director de Promoción y Desarrollo de Prácticas contra la Discriminación, Aníbal Gutiérrez (h), y Walter Larotonda, responsable del Observatorio de la Discriminación en el Deporte.
“Quiero felicitar a Vélez que fue el primer club de fútbol en aceptar esta capacitación de parte nuestra hacia sus periodistas. Lo intentamos en otras instituciones pero nadie nos abrió las puertas como Vélez”, comentó Gutiérrez. Hay una evidente contradicción entre la presencia del Inadi en la institución para hablar sobre actos discriminatorios y el video sobre las Taser que repudió su dirigencia por la misma razón que convocó a la charla.
La ministra Bullrich a la que tanto le gusta explicar los megaoperativos donde se incautan toneladas de drogas no dijo ni una palabra del mensaje estigmatizador sobre el delincuente que actúa vestido con la chomba de Vélez y sufre la descarga eléctrica de una Taser. Habría que ver si la realidad no supera a su ficción. En ese caso, el arma no letal podría ser letal, como ya pasó en Miami en agosto del año pasado.
El día 6 de ese mes, un agente de la policía sorprendió al joven colombiano Israel “Reefa” Hernández pintando un grafiti con un aerosol en una pared de la zona de North Beach. Al ser descubierto, echó a correr y empezó una persecución. El chico acabó tendido en el suelo por un disparo con Taser. Transportado después al hospital Mont Sinaí de Miami Beach, se certificó su muerte por una falla “repentina del corazón”. El tema acaparó las tapas de los diarios y su familia, hasta hoy, reclama justicia. Howard Simon, el director de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) de Estados Unidos, declaró en un comunicado: “Se ha demostrado que el Departamento de la Policía de Miami Beach utilizó una fuerza excesiva y desproporcionada que, finalmente, causó la muerte del joven”.
En Buenos Aires, Bullrich celebró la implementación del Reglamento General para el empleo de armas electrónicas con un tuit: “¡Un paso más contra la delincuencia!”. En la construcción de ese otro violento, barrabrava, mafioso, gitano, mapuche y piquetero, la ministra no ahorra diatribas, que hasta el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, pareció responderle: “Nos parece desatinado englobar a toda la comunidad gitana y ligarla a conductas delictivas”. Se refería al ataque a tiros en Plaza Congreso donde murió el funcionario Miguel Yadón y fue herido de gravedad el diputado radical Héctor Olivares que Bullrich atribuyó a la “mafia gitana”. Siempre hay una mafia en cada discurso de la funcionaria. Y si está vestida con una camiseta de fútbol rinde más, le da otra visibilidad a su arma fetiche, las pistolas Taser. Por ahora dijo que no serán utilizadas en los partidos, pero sí en el Hospital Posadas donde agregó que “el uso es muy recomendable porque muchas veces hay situaciones de violencia”. Telón rápido.
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