El debate nacional sobre la posibilidad de volver a profundizar los niveles de aislamiento social tuvo sus repercusiones en la provincia de Buenos Aires, donde el gobernador Axel Kicillof volvió a usar a Necochea como ejemplo para sostener la actual cuarentena.
“En Necochea fueron 450 aislamientos por una persona”, fueron las palabras del mandatario bonaerense para justificar el mantenimiento de la medida en momentos donde se prevé un crecimiento de los casos positivos.
En ese sentido, repuso el problema cuando la ciudadanía no es prudente y desarrolla reuniones sociales: “Los pasos de una fase a otra tienen que ser acompañados. El gobierno de la provincia de Buenos Aires fue el que autorizó cada una de las apertura y excepciones en cada lugar de la provincia. Cuando es un brote se puede atacar, ahora si alguien anda circulando durante días y le preguntamos con quién anduviste y nos da una lista larguísima es un problema”.
Kicillof estuvo acompañado por el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, quien en sucesivas intervenciones remitió a Necochea y Olavarría como casos a tener en cuenta para aquellos funcionarios y políticos que piden levantar el aislamiento.
El esquema de flexibilización del aislamiento social estará atado a un esquema que implica “un paquete de actividades autorizadas según la fase y después cada intendente elegirá que actividad elige”.
NDEN
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